opus 2

Un tarde añeja en cedros de abril, locación un pequeño parque a las afueras de una atestada cuidad.

Por un sendero cubierto de aboles un trabajador exhausto va camino a su fría casa. La tarde ya había hecho su majestuosa gracia, y en un columpio viejo y oxidado un niño se divertía. El destino se trastorno.

El mismo viento que soplaba caricias dulces sobre el rostro del niño en ese mismo instante el porta folio del trabajador abrió, sus papeles volaron sin rendir cuentas , flotaron en los ojos del pobre señor.

Lloraba lágrimas amargas, de un sentido desgarrador en el momento que un susurro a la oreja le dijo -¿señor?

-No le pero pregunto que le pasa por que en realidad ya lo sé.

Con un poco de rabia el trabajador le contesto

- niño copioso y burlista tú no lo sabes y menos yo

El niño levanto el porta folio del suelo y le dijo

- señor, usted y yo somo humanos y solo eso es un problema.

-!vamos! Levante se, vea que por viejo el viento ya sabia que lo que en su maleta traía no era nas que basura.

Solo mire a su alrededor, para usted esto es un parque para mi es mi habitación.