aGATA

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Y al suspirar por las noches ella era toda una felina, sus movimientos previamente ensayados , las largas noches en camas ajenas la convertían en una gata negra de copas del mal agüero toda una compañera fiel durante lunas que se derretían más rápido que la miel.
Sobre los tejados resonaban los tacones rojos con carriles en las medias al tiempo que visitaba cautelosa a esos amos pasajeros, afilaba sus uñas abrazando la piel y ronroneaba sutil junto a su oído.
Pero al final de cada noche cuando el día se venia dejaba los tacones y rasgaba las mallas por que arrepentida volvía a su caja donde el verdadero amo la vería al despertar.

1 lokos dicen:

Amorexia. dijo...

Doble vida? emulación de una animal casero que no se deja domesticar, aunque algunos lo crean...

Saludos a deshora.