IDeaNdo COsas

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Apenas lograba recolectar la sangre del piso con la ropa que traía puesta mientras con la otra mano me sostenía el cabello para que no cayera sobre mi cara, limpiaba y arrastraba duro las mano y poco a poco caían las gotas de sudor.
Dibujaba caritas felices y mundos de fantasía por que comía en murallas de inocencia y dormía bajo arboles de cabezas decapitadas que cantaba en ruso una historia. Recuerdo que algo frío rozo mi cuello y lentamente bajo por mi espalda, un par de manos en la cintura y un somnífero beso en la oreja me pararon la respiración pero en un momento se fue, exploto en sangre que cubrió todo el suelo en el exacto momento que los claveles blanco crecían y las aves violeta me picoteaban.
Me acerco a mi pequeño árbol de tomates y tomo ,uno bien rojo, esta tan brillante que veo la luna, apenas logro saborearlo mientras limpio el cuchillo con las hojas verdes, levanto la vista para darme cuenta que aquel cementerio donde yacían los extractos de la sociedad no era mas que una granja.
Y yo era el animal de cual extraía la felicidad y la vendían es pequeños envases tretrapak para los hombre de tierras lejanas que no conocían las bacas gordas.

3 lokos dicen:

Amorexia. dijo...

extraordinario!

Saludos noctámbulo.

Daniela dijo...

Deliciosamente obsceno por cruel. Maravilloso el relato. Me crespó la piel de la espalda.

Alexa dijo...

Hermoso? me gustó mucho...como una película cruel